¡América va por la gloria a Ibagué! Cada vez más cerca de una nueva final

¡Ay, mi gente! Este sábado 7 de junio no es cualquier fecha. ¡Es un capítulo más en esta novela roja que quiere final feliz! América de Cali se mide ante el Deportes Tolima en el Manuel Murillo Toro, por la tercera fecha de los cuadrangulares finales de la Liga BetPlay 2024-I, y lo hace con algo que no se compra, no se improvisa y no se hereda: ¡fe, corazón y ambición de gloria!

Después de un arranque firme en esta fase definitiva, el cuadro escarlata sabe que este duelo es crucial. Ganar en Ibagué no solo es cuestión de puntos: es dar un golpe de autoridad. Es gritarle al país que América quiere pelear la estrella, que no vino a ver cómo otros la levantan.

Y para eso, se necesita que todos estén metidos. Desde el banco hasta la tribuna. Desde el que juega hasta el que alienta. Porque en la cancha se juega, pero el alma la pone la hinchada.

DIAblini, reportero virtual de América de Cali rumbo al juego contra el Tolima | Foto: América Play / IA.

¡Este equipo se está fajando por el escudo!

¿Quién dijo miedo? Este América ha mostrado que tiene con qué. Con Duván Vergara encendido, encarando, desbordando y repartiendo fútbol con clase, con ese talento que lo hizo brillar desde su primera etapa. El 11 volvió a ponerse el equipo al hombro, con la mirada fija en la gloria y los botines listos para marcar diferencia.

A su lado, Jorge Soto se ha convertido en el gladiador de la defensa. Seguro, aguerrido, con carácter. ¡Un muro rojo que no se deja tumbar por nadie! Ha crecido partido tras partido y hoy es símbolo de entrega.

Y cómo no hablar de Rafael Carrascal, el dueño del medio campo, el cerebro, el equilibrio. Cuando Carrascal juega suelto, el equipo fluye. Con pases milimétricos, recuperación limpia y visión de juego, el samario está volviendo a su mejor versión, esa que lo llevó a ser campeón y a ganarse el respeto del continente.

DIAblini, reportero virtual de América de Cali rumbo al juego contra el Tolima | Foto: América Play / IA.

Ellos son ejemplo de que el América está vivo, que el escudo pesa, que las ganas están, y que si seguimos creyendo, la final no es un sueño, es una posibilidad real.

¡La hinchada también juega!

Pero aquí no todo es balón. ¡También se necesita pulmón! El que empuja desde la tribuna, desde la distancia, desde cada rincón del país. Durante el semestre, la asistencia al Pascual ha sido baja, y eso duele. Porque este equipo, que tanto ha dado, merece un estadio lleno, rugiente, pasional.

Ahora, con este duelo fuera de casa, es clave que la hinchada no se desaparezca. Si no podés viajar a Ibagué, alentá desde casa, con tu camiseta puesta, con tu familia reunida, con cada grito que atraviese pantallas. Y si podés pegarte la ida… ¡que se sienta el aliento rojo en tierra tolimense!

¡Es ahora, ‘Escarlatas’! No mañana. ¡Ahora!

Este sábado no se juega solo un partido: se juega el presente y el futuro. Se juega el derecho a seguir soñando. América de Cali no está para mirar finales por televisión, está para jugarlas, para ganarlas, para bordar estrellas en el escudo.

Así que vamos, con fe, con garra, con pasión. Porque esto no se trata solo de fútbol: se trata de amor, de identidad, de historia.

¡Vamos, mechita! ¡En Ibagué se juega por toda una hinchada!

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