Aunque la clasificación no se dio, los guerreros ‘Escarlatas’ dejaron el alma en la cancha y nos devolvieron la ilusión.
¡Ay, mechita! Cómo duele, pero qué orgullo el que sentimos. América de Cali quedó eliminado de la gran final de la Liga BetPlay 2025-I… sí, es cierto. Pero también es cierto que estos muchachos no bajaron los brazos. Entraron al Metropolitano con el alma partida, pero aun así, jugaron con dignidad y ganaron. Eso también es de grandes, eso también se aplaude.
Justo en la salida del túnel, cuando el corazón palpitaba con ilusión, llegó la puñalada: gol del Medellín. ¡Qué duro, papá! Un baldado de agua helada para un grupo que venía con el pecho inflado de ganas. Pero el equipo, en lugar de caerse, se paró con orgullo y sacó un 1-0 frente a Junior que no sirvió para la tabla, pero sí para demostrar quiénes somos. Porque el que viste de rojo en Cali, no se rinde.
Las palabras del ‘Polilla’ Da Silva, visiblemente golpeado, reflejan lo que sentimos todos. “Fue un golpe muy duro saber que no teníamos posibilidades. Veníamos con ganas, ilusionados, y en el túnel nos enteramos que Medellín ya nos había dejado sin chances”, dijo el profe con el alma en la voz. Y cómo no, si este grupo había trabajado duro, si venían con fe, si estaban preparados para dejar el pellejo en la cancha.
Pero así es el fútbol, a veces te da la espalda sin merecerlo. A veces jugás bien y no alcanza, y aún así hay que tener carácter, y este América lo tuvo.
No hay reproches. Hay dolor, sí, pero también gratitud. Porque este equipo tuvo momentos de garra, de corazón, de entrega pura. Y eso, muchachos, también es representar a la mechita.
Jugadores de ‘la Mecha’ en la victoria contra Junior | Foto: X @AméricadeCali.
Desde el primero hasta el último: ¡GRACIAS! A los titulares, a los suplentes, al cuerpo técnico, al utilero, al médico, al kinesiólogo. Todos hicieron parte de esta lucha. No se logró el objetivo, pero se dejó la piel en cada jugada, en cada partido.
¡Cómo no sentir orgullo de ver a Quintero metiendo hasta el último pase filtrado! ¿Cómo no aplaudir la garra de Portilla, la firmeza de los centrales, la entrega del ‘Polilla’?
El fútbol no siempre es justo, pero la dignidad nunca se negocia. Y esta mechita se fue con la frente en alto.
Esto no se acaba aquí, parcero. América tiene con qué soñar. Esta eliminación no es un final, es solo una pausa. En diciembre vuelve la batalla y esta vez vamos con más fuerza, con más experiencia y con la lección aprendida.
A la hinchada: no abandonemos. A los jugadores: levanten la cabeza, muchachos. Ustedes son América. A los directivos: que esto sirva para fortalecer, no para dividir.
Nos vemos en el Pascual en la próxima. Cantando como siempre, amando como nunca. Porque esta pasión no se mide por los títulos, sino por el amor que nunca se apaga.
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